Lo que me ha sucedido hoy, ha sido sumamente revelador para mí en ésta época tan extraña que vivimos.
Platicando con un buen amigo comencé a recordar las enseñanzas del yoga, disciplina a la que solo le dediqué cuatro meses de mi vida, cuatro meses en los que aprendí demasiado, razón por la cual prefiero el yoga mil veces antes que cualquier otra clase de disciplina o entrenamiento.
Digo que fue revelador porque son cosas que había olvidado y aunque las pongo en práctica porque ya es más un estilo de vida, en ocasiones, sinceramente no es de una manera muy consciente.
Enlistaré en seguida lo que aprendí, no soy experta, no he leído ni un libro sobre yoga, sé algunas cosas del budismo pero lo que me interesa compartir es mi transformación y lo que me gustaría recordar cuando sienta que la vida me rebasa:
-Respirar para mantenerme presente
Respirar cuando todo es complicado, cuando cualquier emoción está en su máxima expresión, cuando siento que no puedo, cuando me percibo ansiosa, cuando tengo miedo, cuando he tenido pesadillas y no puedo conciliar el sueño, cuando recibí una noticia que no esperaba, cuando en el aula las cosas se tornan difíciles o cuando me percibo siendo más adulto de lo necesario, por ejemplo; cuando estoy con mis alumnos y pienso en el trabajo administrativo que podría estar haciendo en lugar de jugar con ellos.
Mantenerme presente me ayuda a disfrutar lo que me encuentre haciendo, sí es estar con mis alumnos, con mi familia, con amigos, con mis hermanas. Estar ahí en cuerpo y alma porque es la única manera en la que podré disfrutar ese momento.
Y, si hago un recuento de mis últimas clases, puedo decir que fui más adulto preocupado, que adulto presente y pues que triste, pero bueno, ya soy consciente.
-Vivir el dolor y dejarlo pasar
Recuerdo que en algunas posturas dolía bastante y solo escuchaba la voz del maestro diciendo: No se resistan al dolor, siéntanlo y después podrán estirar más. Y pues sí, siempre funcionaba, una inhalación-exhalación para poder entrar más aun en la postura. Así es la vida, hay ocasiones en las que sentimos que no podemos más y pues, ¿qué creen? SIEMPRE PODEMOS y conforme vamos superando esas situaciones vamos siendo más fuertes. Cosas que antes parecía que no resistiríamos ahora lo vemos con un: easy peasy, porque en efecto, what doesn't kill you makes you stronger.
No queda más que vivirlo y aprender de ello. Así que en esta época de cuarentena sientan su desesperación, sientan el "encierro", sientan lo que necesiten sentir, seremos mucho más resilientes cuando todo esto termine.
-Tolerancia
Tolerancia: No era nada tolerante. Ni a la música de banda, ni al reggaetón, ni a nada que no estuviera dentro de "mis buenos gustos musicales", porque asumía que no era música que nos pudiera aportar mucho a nuestras vidas o por un sinfín de cosas más y, ¡qué cansado era! Imaginen resistirse a escuchar estos dos géneros musicales que abundan en nuestro país. Entre otras cosas, también era muy exigente con las personas, no toleraba mucho a las personas que pensaban muy diferente a mí en cuestiones de adulación, servilismo, oportunismo, que aunque aun no comparto; pues al menos ya no me desgastan, porque eso sí, siempre he sido respetuosa.
Ahora veo a las personas diferente, veo a esas personas tratando de ser y hacer lo mejor que pueden desde sus recursos, desde su historia personal, ya no los juzgo, los acepto y ¡vaya que es liberador!, con la música, me volví ecléctica y me lancé como dicen vulgarmente: "Cómo gordo en tobogán", ahora las canto y hasta las bailo y ¡sí que me he divertido!
A raíz de lo anterior, al aceptar a las personas con ese amor al prójimo que todos merecemos sentir y recibir, han llegado personas a mi vida con las que coincido en muchísimas cosas, es curioso cómo cuando soltamos el control, las cosas fluyen para bien y mejor.
Soy consciente de que me falta mucho trabajo personal, sobre todo para el manejo del estrés y mi perfeccionismo crónico y controlador ¡ja! pero me me hace muy feliz ser consciente de todo lo anterior, hace más llevadero todo.
Al final de toda esa reflexión, una persona a la que quiero mucho, amiga que me conoce muy bien, me recordó una de mis veinte mil canciones favoritas, que me hizo recordar, me puso la piel chinita y hasta me salieron unas cuantas lágrimas de cocodrilo.
Y dije ¡Wow!, recurrí a un YO al que había olvidado en estos tiempos de cuarentena y bueno, ya estoy lista para la siguiente etapa.
Gracias universo
Gracias vida
Gracias cuarentena
Gracias amigos
mi corazón siente regocijo.
Pd. Recuerden que después de todo esto seremos muy fuertes, habremos lidiado con nosotros mismos, nuestros demonios, nuestra respuesta ante la frustración y nos levantaremos, como se levantan las flores en primavera, dice por ahí una rolita de Calle 13.
Y para no perder la costumbre les comparto mi canción que me puso la piel chinita y la ultima que menciono aquí arriba.
Les deseo una cuarentena llevadera,
gracias siempre por leer.
XOXO
Digo que fue revelador porque son cosas que había olvidado y aunque las pongo en práctica porque ya es más un estilo de vida, en ocasiones, sinceramente no es de una manera muy consciente.
Enlistaré en seguida lo que aprendí, no soy experta, no he leído ni un libro sobre yoga, sé algunas cosas del budismo pero lo que me interesa compartir es mi transformación y lo que me gustaría recordar cuando sienta que la vida me rebasa:
-Respirar para mantenerme presente
Respirar cuando todo es complicado, cuando cualquier emoción está en su máxima expresión, cuando siento que no puedo, cuando me percibo ansiosa, cuando tengo miedo, cuando he tenido pesadillas y no puedo conciliar el sueño, cuando recibí una noticia que no esperaba, cuando en el aula las cosas se tornan difíciles o cuando me percibo siendo más adulto de lo necesario, por ejemplo; cuando estoy con mis alumnos y pienso en el trabajo administrativo que podría estar haciendo en lugar de jugar con ellos.
Mantenerme presente me ayuda a disfrutar lo que me encuentre haciendo, sí es estar con mis alumnos, con mi familia, con amigos, con mis hermanas. Estar ahí en cuerpo y alma porque es la única manera en la que podré disfrutar ese momento.
Y, si hago un recuento de mis últimas clases, puedo decir que fui más adulto preocupado, que adulto presente y pues que triste, pero bueno, ya soy consciente.
-Vivir el dolor y dejarlo pasar
Recuerdo que en algunas posturas dolía bastante y solo escuchaba la voz del maestro diciendo: No se resistan al dolor, siéntanlo y después podrán estirar más. Y pues sí, siempre funcionaba, una inhalación-exhalación para poder entrar más aun en la postura. Así es la vida, hay ocasiones en las que sentimos que no podemos más y pues, ¿qué creen? SIEMPRE PODEMOS y conforme vamos superando esas situaciones vamos siendo más fuertes. Cosas que antes parecía que no resistiríamos ahora lo vemos con un: easy peasy, porque en efecto, what doesn't kill you makes you stronger.
No queda más que vivirlo y aprender de ello. Así que en esta época de cuarentena sientan su desesperación, sientan el "encierro", sientan lo que necesiten sentir, seremos mucho más resilientes cuando todo esto termine.
-Tolerancia
Tolerancia: No era nada tolerante. Ni a la música de banda, ni al reggaetón, ni a nada que no estuviera dentro de "mis buenos gustos musicales", porque asumía que no era música que nos pudiera aportar mucho a nuestras vidas o por un sinfín de cosas más y, ¡qué cansado era! Imaginen resistirse a escuchar estos dos géneros musicales que abundan en nuestro país. Entre otras cosas, también era muy exigente con las personas, no toleraba mucho a las personas que pensaban muy diferente a mí en cuestiones de adulación, servilismo, oportunismo, que aunque aun no comparto; pues al menos ya no me desgastan, porque eso sí, siempre he sido respetuosa.
Ahora veo a las personas diferente, veo a esas personas tratando de ser y hacer lo mejor que pueden desde sus recursos, desde su historia personal, ya no los juzgo, los acepto y ¡vaya que es liberador!, con la música, me volví ecléctica y me lancé como dicen vulgarmente: "Cómo gordo en tobogán", ahora las canto y hasta las bailo y ¡sí que me he divertido!
A raíz de lo anterior, al aceptar a las personas con ese amor al prójimo que todos merecemos sentir y recibir, han llegado personas a mi vida con las que coincido en muchísimas cosas, es curioso cómo cuando soltamos el control, las cosas fluyen para bien y mejor.
Soy consciente de que me falta mucho trabajo personal, sobre todo para el manejo del estrés y mi perfeccionismo crónico y controlador ¡ja! pero me me hace muy feliz ser consciente de todo lo anterior, hace más llevadero todo.
Al final de toda esa reflexión, una persona a la que quiero mucho, amiga que me conoce muy bien, me recordó una de mis veinte mil canciones favoritas, que me hizo recordar, me puso la piel chinita y hasta me salieron unas cuantas lágrimas de cocodrilo.
Y dije ¡Wow!, recurrí a un YO al que había olvidado en estos tiempos de cuarentena y bueno, ya estoy lista para la siguiente etapa.
Gracias universo
Gracias vida
Gracias cuarentena
Gracias amigos
mi corazón siente regocijo.
Pd. Recuerden que después de todo esto seremos muy fuertes, habremos lidiado con nosotros mismos, nuestros demonios, nuestra respuesta ante la frustración y nos levantaremos, como se levantan las flores en primavera, dice por ahí una rolita de Calle 13.
Y para no perder la costumbre les comparto mi canción que me puso la piel chinita y la ultima que menciono aquí arriba.
Les deseo una cuarentena llevadera,
gracias siempre por leer.
XOXO
Te amo mi yogui! Eternamente!!
ResponderEliminarNo hay ninguna situación que por simple o complicada que parezca nos haga reflexionar, crecer y aprender de ella, un abrazo entre líneas, y a seguir transformando para mejorar..!
ResponderEliminarEn ocasiones, lo mejor que podemos hacer es sólo saborear el momento, no importa si es "bueno" o "malo" doloroso o placentero. La idea de que no debemos resistirnos a la ley natural (el que hace referencia al termino moral), es clave para practicar Dharma, un termino que se encuentra precisamente en la mayoría de las religiones de origen hindú, como el budismo, hinduismo, jainismo, etc. Lo que has enlistado como tus aprendizajes en el Yoga están muy bien encaminados en esa dirección. No es necesario que practiques la disciplina física (que es una parte del yoga) para beneficiarte de lo que buscas, es decir, en esas ocasiones que sientes que la vida te rebasa. Puedes practicar sin problemas la meditación, es una actividad muy flexible porque se puede hacer practicamente en cualquier momento del día el tiempo que gustes, sólo hay que saber hacerlo, la concentración en la respiración es uno de los elementos necesarios. No es muy complicado y por lo que leo no te costará mucho trabajo. Me alegra ver que poco a poco vas teniendo paz y no juzgas, no críticas, sólo aceptas los hechos y te enfocas en lo que tienes control para mejorar la situación. Sigue adelante y cuidate mucho.
ResponderEliminar